Llega la fiesta del libro:

Reportaje 2024

Redacción Mass Cultura.

Para ellos “cualquier día es el Día del Libro”, porque comparten esa pasión, pero el 23 de abril lo tienen marcado en su calendario como una fecha muy especial. “Es un día importante porque se le da al libro el valor que requiere”, señalan. Una escritora, un editor y una librera de Lanzarote se preparan para esta fecha, que cada uno vivirá de una forma distinta; y hacen balance de la situación que atraviesa la literatura en la isla.

Nieves Rodríguez pasará esa jornada presentando en Gran Canaria su último libro, “Tierra Quemada”, después de haberlo hecho ya en varios municipios de Lanzarote. “Voy a estar haciendo lo que me gusta, que es contando lo que hago a la gente”.

Por su parte, desde la Librería Fajardo, Inmaculada Brito ya empieza a preparar la tienda para ese día. Los “superventas” tendrán un lugar destacado en el escaparate y habrá descuentos del 10%. También sabe que en esa jornada aumentarán las ventas, porque “los lectores siguen siendo fieles al papel” y cada año “el Día del Libro motiva más a la gente a comprar” y a regalar libros.

Para Mario Ferrer, que además de escritor es editor -hace ya 12 años fundó Ediciones Remotas junto a Rubén Acosta-, “el Día del Libro es, ante todo, una celebración”. “Tanto Rubén como yo somos unos amantes de los libros y por eso estamos aquí. Hay que celebrar las cosas buenas de la vida y el libro tiene mucho recorrido histórico y espero que siga teniéndolo, y hay que celebrarlo”.

En su caso, también espera un aumento de la demanda en estas fechas. “Para nosotros es un momento importante, porque suele marcar la segunda etapa más importante de ventas del año, tras las Navidades. Preparamos bastante los títulos, para que lleguemos con alguno potente”.

La cultura, y en particular la literatura, no es un sector fácil. “Tienes que vender mucho para ganar con los libros, porque los márgenes están establecidos por ley y son los mismos en todos los sitios. Lo mismo que vale en esta librería vale en el resto y el margen es muy pequeño”, subraya Inmaculada Brito. Ni siquiera pueden hacer descuentos, salvo precisamente en el Día del Libro o en la feria.

Más difícil aún lo es para los autores y para las editoriales de la isla, aunque en la última década el sector ha ido creciendo. “Nosotros empezamos en 2012”, explica Mario Ferrer. “Yo había trabajado con Rubén en algunas cosas y fui a hablar con él, en realidad para que me convenciera de que era una idea disparatada y me la quitara de la cabeza. Pero no, él me apoyó y aquí estamos. En ese momento, salvo la Fundación César Manrique, en editoriales privadas había muy poca actividad. Y ahora han pasado 12 años y hay muchas editoriales, sorprendentemente. Yo me quedo con lo que supone esto de diversidad”, defiende, subrayando que en Canarias ya “no solo se publica lo que pasa en Gran Canaria y en Tenerife”.

Nieves Rodríguez, por su parte, cree que sigue faltando visibilidad. “Cuando algo se conoce, la gente sabe apreciarlo y el público es muy agradecido. Te felicitan, te dan la enhorabuena… Pero falta que le den más visibilidad a lo que hacemos en las islas periféricas. En las islas centrales no hace falta, entre ellos mismos se aplauden, se vitorean y se dan autobombo, pero parece que en el resto de islas tenemos que estar entre nosotros luchando”, lamenta, reclamando más implicación de las administraciones, y en particular del Gobierno de Canarias y de algunos ayuntamientos, “para que se reconozca el talento que hay y que salga al exterior”.

Precisamente con ese objetivo, hace cuatro años nació la asociación Isla Literaria, que agrupa a libreros y editores de Lanzarote. “La verdad es que la organización lo está haciendo genial. Para el poco tiempo que llevamos, se está trabajando muy bien y se están consiguiendo objetivos que pensábamos que no íbamos a conseguir nunca”, explica Inmaculada Brito, cuya librería forma parte de la asociación.

El editor y escritor Mario Ferrer

El principal logro de Isla Literaria ha sido impulsar la primera feria insular del libro, “La Fiera del Libro”, que se estrenó el año pasado en Yaiza y que este año celebrará su segunda edición en Teguise, entre el 2 y el 5 de mayo. “La idea de ir rotando por los municipios ha gustado bastante. El año pasado terminamos la de Yaiza y ya había varios ayuntamientos que querían que hiciéramos la siguiente allí”, desvela Brito.

Ediciones Remotas es otro de los miembros fundadores de la asociación, y sus responsables están “muy contentos” con los resultados obtenidos hasta ahora. “Es más que positivo que la gente del sector se una”, apunta Mario Ferrer. “Creíamos que una isla como Lanzarote merecía tener una Feria del Libro, que llevaba unos años sin celebrarse”, apunta, recordando la feria que organizaba el Ayuntamiento de Arrecife y que terminó desapareciendo.

Inmaculada Brito, sin embargo, no “echa de menos” aquella feria. “Eso no es lo que queríamos. Nosotros queríamos traer a grandes autores, hacer todas las presentaciones de los libros que se publiquen en Canarias, dar a conocer las editoriales que hay aquí… Queríamos hacerla nosotros: los que vendemos los libros, los que hacemos los libros y los que escribimos los libros”. Por eso celebra que el año pasado, “por fin se hizo una feria del libro como debe hacerse, abarcando todo el proceso del libro, desde el principio hasta el final”. Y subraya que fue “un éxito rotundo”.

Ahora, esperan que la nueva cita en La Villa supere los resultados de esa primera edición, y uno de los platos fuertes será la presencia del escritor Juan Gómez Jurado, que ha venido liderando las ventas en España en los últimos años.

En opinión de Mario Ferrer, el mundo de la cultura en la isla, y en particular el de la literatura, “está viviendo un momento histórico”, de “reivindicación”. De hecho, también acaba de crearse la Asociación de Escritores de Lanzarote, que se presentará en sociedad durante la “Fiera del Libro”.

“A partir de César Manrique, en Lanzarote son las artes plásticas las que ocupan la principal posición, pero hasta entonces la literatura fue la gran manifestación de la alta cultura en la isla”, recuerda Ferrer, que destaca a Ángel Guerra y a otros “grandes autores lanzaroteños del siglo XIX y principios del XX”. Tras esa evolución, considera que ahora “estamos en un momento de reivindicación, de mucha efervescencia y mucho movimiento” en el mundo literario. “¿Eso es bueno?”, se pregunta: “Lo dirá el paso del tiempo. Al final el tiempo es el que deja las cosas en su sitio, pero por lo menos hay una revitalización de ese sector”.
De momento, cree que el público está respondiendo: “Ahora hay más actividades sobre libros y literatura y la gente está participando”.

La escritora Nieves Rodríguez Rivera

Nieves Rodríguez, que es lanzaroteña pero vive desde hace años en Gran Canaria, destaca además la calidad de esos eventos. “Yo creo que en Lanzarote hay un nivel cultural que no lo veo aquí en Gran Canaria. Aquí hay muchísima más gente pero el nivel es muy de andar por casa. Sé que me crucificarán, pero es así”, afirma. “Hay mucho movimiento en Lanzarote. Sorprendentemente siempre ha sido así. Y hay calidad, no rellenar huecos por rellenar. Hay cosas de verdad muy bien elegidas”.

No obstante, insiste en que aún es necesario desarrollar “ese amor propio a lo tuyo”. “Valoramos lo que viene de la Península, de América, lo que es novedoso, pero no valoramos lo propio, lo que podemos tener delante de nosotros y no le damos el valor que tiene”.

Conseguir que se conozca y se reconozca a los autores locales es otro de los retos. Inmaculada Brito explica que en su librería, las editoriales de la isla y los escritores canarios tienen un lugar destacado, nada más acceder a la zona de los libros. Y ahí tienen espacio desde autores ya reconocidos, hasta escritores noveles que se acercan preguntando si pueden dejar algún ejemplar. “Siempre estamos abiertos a que la gente traiga su libro y lo pueda poner aquí a la venta”.

En cuanto a la respuesta del público, Brito explica que es desigual. “Hay autores de aquí que sacan un libro y se vende. Ico Toledo, Ismael Lozano, Miguel Aguerralde…”, apunta la responsable de la Librería Fajardo. También incluye al biólogo y divulgador Ignacio Romero, que ya tenía otras publicaciones a sus espaldas -como la “Guía de senderismo”- y recientemente publicó su novela “Ana Viciosa. La señora de Tinajo”, con su propia editorial. “Se ha vendido mucho y está teniendo mucho éxito”, subraya. Y por supuesto los clásicos, como Mararía, que “se vende muchísimo, a pesar de los años que tiene”.

Nieves Rodríguez también está muy satisfecha con la acogida de los dos libros que ha publicado hasta el momento, “Piel de cebolla” y “Tierra Quemada”, que es el que aún está presentando. “Dicen que nadie es profeta en su tierra, pero yo he recibido una acogida y un cariño que me ha dejado sorprendida. Estoy maravillada con la reacción del público y eso me anima a seguir escribiendo más”, relata.

De hecho, ahora está ultimando su tercer libro, con el que espera traspasar las fronteras de las islas. Según adelanta, “es una novela de mucha investigación, sociológica, de la época de la transición democrática”, que aborda episodios históricos que nunca terminaron de esclarecerse.

Presentación de la asociación Isla Literaria, en enero de 2020

“Aquí hay muy buenos escritores. La verdad es que sorprende. Además es que hay de todo. Desde novela hasta libros incluso de autoayuda, poesía, teatro, gente que edita guías de flora y de fauna… Tenemos una gran variedad”, insiste Inmaculada Brito. Y apunta que “la mayor parte son buenos libros”, aunque también hay otros que no llegan “al nivel”.

Este es otro de los aspectos que está marcando al sector, no ya en Lanzarote, sino a nivel global. Hoy en día es mucho más fácil publicar un libro. Hay quienes optan por la autoedición, e incluso hay editoriales que se especializan en eso, como Punto Rojo, cuyo lema es: “Publicar un libro nunca fue tan fácil”.

“Ahí tú presentas tu libro y te lo editan sí o sí, por lo que la calidad depende mucho. Nadie te va a decir “el libro es malísimo”. Ahí tú editas y lo que editas es tuyo y ya está. Es raro”, apunta la responsable de Librería Fajardo, que cree que esa sobreoferta está afectando a la calidad. “A mí me gusta siempre echarles un ojo a los libros que nos llegan y hay veces que… buf. Ellos se creen escritores, pero desde mi punto de vista hay algunos que no. Además, al no tener correcciones y nadie que te oriente, a veces los libros no salen muy bien”.

Inmaculada Brito, en la Librería Fajardo

En la misma línea se pronuncia Mario Ferrer: “Yo creo que los editores necesitamos imprescindiblemente escritores y escritoras, y al revés: los escritores necesitan editores. Yo he estado en los dos papeles, y al final el editor es un profesional que te ayuda, que te hacer ver las cosas de otra manera… Es un nicho negro de mercado y hay empresas que viven de eso, cobrándoles a los autores por publicar, pero a mí no me parece bien, la verdad”.

Nieves Rodríguez coincide también en la idea de que esto afecta a la calidad. “Hay mucha mediocridad en toda esta cultura del libro. Están los grandes, y también hay una nueva hornada de gente joven que está un poco rompiendo el molde, pero después hay otra gran maraña que desde luego a la posteridad no pasarán”, afirma. “Creo que debemos ser más críticos y poner un poco más de calidad. Yo soy muy crítica, también conmigo misma, pero no concibo un escritor que no lea, que no tenga un mínimo de formación, y que sea capaz de sacar libros y llamarlo literatura. Es un objeto de consumo, sí, pero no tiene esa calidad”, cuestiona.

Respecto a la superviviencia del sector tal como lo conocemos, los tres lo tienen claro: “El papel va a seguir resistiendo”. “Yo recuerdo la primera vez que se nombró lo del libro electrónico, estoy hablando de hace 20 años, en una feria de libreros en Las Palmas, y todos decíamos: Esto es nuestro final. Esto es como los discos, los vinilos… Pero no, la verdad. Hay gente que opta por el libro electrónico por el espacio y también por el dinero, porque es más barato, pero la gente sigue prefiriendo el papel, y los números lo demuestran”, afirma Inmaculada Brito. “De hecho, con la pandemia tuvimos un cierto crecimiento”, añade Mario Ferrer.

El público fiel “sigue leyendo” y mayoritariamente lo hace en papel, pero “lo que hay que potenciar sobre todo son los nuevos lectores”, precisa Brito. También Nieves Rodríguez, que además de escritora es docente, coincide en lo que está costando enganchar a los jóvenes. “Ya es muy difícil que un alumno lea un libro físico. Seguramente leen, pero no literatura, otro tipo de cosas”, señala.

El problema cree que está en que “no lo sienten como algo suyo”, sino “como una cosa extraña”, y considera que ahí pueden estar fallando los profesores y la sociedad. “Igual es porque lo que les ofrecemos no les interesa, porque ha cambiado todo tanto…”, reflexiona, añadiendo que ella ha escrito alguna pieza de teatro para que la representen sus alumnos, hablando de sus problemáticas, “y ahí sí que se implican y leen”.

También apunta que de niños suelen ser más aficionados a la lectura y se distancian en la adolescencia. “Es una etapa que si lo captas por sus intereses, lo captas para siempre. Pero tampoco hay tanto material”, advierte.

Una excepción han sido “Alas de Sangre” y “Alas de Hierro”, que están entre los libros más vendidos en la isla, especialmente entre los jóvenes. “Es una autora que ha vendido lo que no está escrito. Ha sido una bestialidad. Si hubiésemos tenido 500 yo creo que hubiéramos vendido 500, porque la primera edición era un objeto de colección más que un libro. La gente hizo reservas, pero no llegaron a todo el mundo, porque solo sacaron una edición”, explica Inmaculada Brito.

En cuanto a los adultos, el género más vendido habitualmente es la novela negra, pero ahora la estrella está siendo Gabriel García Márquez, que sigue conquistando al público después de su muerte. “En agosto nos vemos” es su obra póstuma, editada por sus hijos, y desde la Librería Fajardo subrayan que “ha tenido mucha repercusión”.

Otra de las publicaciones recientes que están triunfando es “Ansia”, de Henar Álvarez. En este caso, Inmaculada Brito apunta que su éxito está ligado a la difusión que ha tenido en las redes sociales. Y es que para bien o para mal, los libros también “dependen mucho de la información y de la publicidad que se les dé”

I Fiera del Libro, celebrada el pasado año en Yaiza

Los libros imprescindibles, según… Nieves Rodríguez Inmaculada Brito Mario Ferrer
Un libro que te haya marcado: Los diarios de Colette  Cien años de Soledad, de Gabriel García Márquez Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez
Un libro que hay que leer al menos una vez en la vida: Sostiene Pereira, de Antonio Tabucchi La Colmena, de Camilo José Cela El Quijote, de Cervantes
Un libro que hay que releer: El Quijote, de Cervantes Los pilares de la tierra, de Ken Follett  El nombre de la rosa, de Umberto Eco
Una novedad que recomendaría: Los cuentos de Ángel Guerra La trilogía de Susana Martín Gijón El último libro que tenemos de Ediciones Remotas, que es “El Hierro, guía de senderos y naturaleza”
Un/a autor/a de referencia:  Patricia Highsmith Julio Navarro Dostoyevski  Sus relatos cortos especialmente
Un autor lanzaroteño: Pepe Betancort  Ico Toledo Ángel Guerra

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